Una estufa o sistema de calefacción es necesario en el hogar para enfrentar el invierno y los días más fríos de la época. Y, por supuesto, hay gran variedad de marcas, modelos y tipos de estufas que se pueden elegir para que sean el artefacto se que encargue de mantener cálida y confortable tu casa.
Antes de comprar una estufa se deben evaluar ciertos factores necesarios como la potencia, los requisitos generales de calefacción, si el tamaño es grande o compacto, si es portátil y fácil de movilizar o si es fijo. El presupuesto disponible también es una característica importante a tener en cuenta. Pero, mientras tanto, vamos a hablar de los tipos de estufas para calentar el hogar que puedes comprar.
Tipos de estufas
Estufas eléctricas
Las estufas eléctricas son de las más utilizadas y, más ahora, porque existen modelos muy modernos e inteligentes que contribuyen al ahorro energético sin comprometer la potencia (según sus elementos) de su trabajo. Pueden calentar espacios de hasta 20 y 35 metros cuadrados. Funciona por convección así que también se le conoce como convector. No emite gas alguno que pueda perjudicar la salud. Además, las estufas eléctricas son silenciosas en su mayoría, son muy fáciles de mantener.
Estufas de Gas
Las estufas de gas pueden ir fijadas a la pared o en el suelo, su funcionamiento se da por la ignición y depende del gas natural, propano o queroseno. El gas se distribuye por medio de una válvula que va hacia los quemadores para emanar el calor en el espacio. Sirve para habitaciones individuales no tan grandes, son asequibles y fáciles de instalar pero hay que ser cuidadosos con el gas, pues puede causar intoxicación en caso de fugas o mala manipulación del artefacto.
Estufas halógenas o de infrarrojos
Por otro lado están las estufas halógenas o de infrarrojos que, quizás, son una de las más asequibles en su tipo. Estos calefactores impregnan de calidez el hogar por medio de resistencias eléctricas de potencias variables, que generan el calor por medio de la radiación. Son independientes y portátiles, ideales para usar en ambientes pequeños o como estufas de exterior. Las estufas halógenas o de infrarrojos son de fácil uso y de bajo consumo energético.
Estufas de cuarzo
Seguidamente tenemos a las estufas de cuarzo que, aunque tiene un diseño compacto y portátil, son potentes. Calientan los espacios (no grandes) de forma eficaz y rápida, no son grandes consumidoras de energía y son amigables con el medio ambiente. Son seguras de utilizar y silenciosas.
Estufas de aceite
Las estufas de aceite también son una opción factible para el hogar. Funcionan con corriente, la cual activa la potencia que calentará el aceite en su interior para generar el calor gracias a su sistema de radiación. Vale aclarar que no es necesario agregar aceite de ningún tipo.
Estufas de leña
Este, probablemente es el sistema de calefacción más anticuado, pero ha mutado en versiones más modernas y estilizadas. Las estufas de leña sí que requieren mantenimiento continuo debido al rápido consumo de la leña y las cenizas, pero es eficiente. Ideal para hogares con salidas para el humo y buena ventilación.
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