Cómo aprovechar el espacio del jardín

El jardín puede utilizarse como un lugar de descanso o convertirse en un espacio productivo. En un jardín destinado exclusivamente al descanso predominan las plantas decorativas y el césped. En cambio, en uno orientado a la producción se pueden encontrar distintas opciones de agricultura y crianza de animales.

¿Qué es una Granja Integrada Autosuficiente?

Una Granja Integrada Autosuficiente es un método de producción que utiliza los recursos disponibles en el terreno para generar alimentos de todo tipo. Combina el cultivo de frutas, verduras y granos básicos con la crianza de especies animales menores tales como los conejos, las ovejas, los patos, las cabras y las gallinas.

Los alimentos producidos en la granja son más frescos y saludables que los que se producen a gran escala y se comercializan en los negocios. Están destinados a la alimentación de los animales que viven en ella, al consumo de los habitantes del propio inmueble y a la generación de ingresos locales producto de la venta de los excedentes.

¿Cuáles son los requisitos básicos para crear una Granja Integrada Autosuficiente?

Los requisitos fundamentales para crear una Granja Integrada Autosuficiente varían dependiendo de las especies animales y vegetales que se hayan elegido. En principio y a modo general, se necesita un espacio de tierra apta para cultivo y crianza, acceso a una fuente de agua, exposición a la luz solar, conocimiento básico sobre las actividades productivas a realizar y tiempo para llevar a cabo las tareas de mantenimiento.

Siempre se necesitan elementos para trabajar la tierra y limpiar el espacio. Estos no pueden quedar a la intemperie porque se arruinan. Por lo tanto, es recomendable comprar algunas casetas para el jardín para guardar las herramientas. Allí también se pueden almacenar las semillas, las bolsas de tierra y parte de las cosechas.

¿Qué actividades productivas se deben combinar en una Granja Integrada Autosuficiente?

Las posibilidades de producción combinada son muy variadas. La mezcla de un huerto con aves de corral es una de las más efectivas. Parte de los frutos del huerto se destinan a la alimentación de las aves, y al mismo tiempo ellas se encargan de mantener el huerto abonado y libre de plagas.

Cómo construir un gallinero en casa

Las aves de corral necesitan una estructura especial para vivir. Esta debe ser amplia, estar vallada y dividirse en dos espacios. Uno de ellos debe ser un pedazo de tierra a nivel del suelo donde los animales circulen, coman y se despiojen. El otro tiene que ser un lugar cerrado y elevado, donde las aves duerman tranquilas y pongan huevos.

La construcción del corral tiene varios pasos. El primero de ellos consiste en delimitar el espacio total que ocupará el gallinero. Se debe calcular al menos un metro cuadrado por cada ave, para que todas estén cómodas y puedan moverse libremente.

El segundo paso es anclar al suelo postes gruesos de madera tratada en cada una de las esquinas a modo de pilares. El tercero, cruzar postes de pilar a pilar haciendo las veces de vigas para brindarle más firmeza a la estructura e instalar repisas en el espacio de descanso.

El cuarto paso es cerrar el perímetro. En esta instancia es importante trabajar por zonas. El espacio de circulación debe cerrarse con una malla metálica, pero el lugar de descanso es mejor recubrirlo con lamas de madera. La puerta de acceso puede ser fabricada con estos mismos elementos. Lo importante es que no queden espacios abiertos por donde puedan ingresar depredadores o escapar las aves.

El quinto y último paso es instalar el techo. Se puede fabricar con placas de fibrocemento o madera, protegidas por tela asfaltada. Jamás hay que utilizar chapas porque el metal se calienta con el sol y la temperatura elevada daña a las aves. En caso de que no se disponga de tiempo para construir la estructura desde cero o no se posean las herramientas necesarias, existe la posibilidad de comprar gallineros prefabricados.

Cómo comenzar un huerto en casa

La clave para tener un buen huerto es la planificación. Hay que escoger especies adecuadas para la temporada del año, dividir el espacio en secciones y elegir qué planta se cultivará en cada una de ellas. Una vez asignadas las posiciones, se debe preparar cada pedazo de tierra conforme a los requerimientos de sustrato y humedad de cada especie.

Por ejemplo, las hierbas culinarias como el tomillo y el romero necesitan suelos secos con pH alcalino. Los tomates requieren humedad y un sustrato rico en materia orgánica con pH ligeramente ácido. Las zanahorias prefieren un suelo suelto, con buen drenaje, sin materia orgánica, de pH neutro.

Hay que estudiar cada especie en particular. Algunas semillas se pueden sembrar directamente en el suelo y otras requieren un proceso previo de germinación controlada. Algunas especies demandan trabajar con surcos en el suelo y otras viven bien en terreno liso.

Tener una Granja Integrada Autosuficiente es un primer paso para llevar un estilo de vida más sostenible. Brinda la oportunidad de mantener una conexión estrecha con la naturaleza y reduce significativamente los costes de alimentación.


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