Normalmente, desde Decoracción os hablamos de las últimas tendencias, trucos o consejos para decorar vuestro hogar. Hoy queremos centrarnos en vuestro entorno laboral. Importantísimo también, pues pasamos por lo menos un tercio de nuestro día en la oficina. Por ello elegir bien el mobiliario de oficina es primordial para poder pasar a gusto esas horas.
Y no solo porque sea cómodo y útil, evidentemente, sino porque hable de nosotros y de nuestro estilo. Una oficina que nos gusta siempre será un lugar agradable para trabajar cómodamente.
Sillas: protagonistas del mobiliario de oficina
Es, junto con la mesa, la protagonista de la decoración de una oficina. Las sillas de oficina tienen que cumplir dos requisitos fundamentales: ser cómodas y ergonómicas. Y es que la salud es lo primero y poder estar sentado muchas horas en una buena posición que favorezca la salud postural debe ser primordial para nosotros. Muchos problemas de espalda y cuello nos vienen de no tener una buena postura en la silla. Y, claro está, en la oficina pasamos muchas horas. Si encima estamos mal colocados, nuestro cuerpo no tardará en quejarse. Dependiendo también del espacio del que dispongamos pueden ser más o menos grandes, con respaldo alto, reposacabezas o reposabrazos. Pero no prioricemos solamente el precio, si la comodidad o la ergonomía no están garantizadas.
Mesas de oficina
Como contábamos antes, la mesa es uno de los elementos principales de la decoración y funcionalidad de una oficina. En este caso, es prioritario elegir mesas regulables, ya que nos darán un mayor rango de posibilidades y futuros usos en lugares diferentes. En una mesa de oficina es vital saber aprovechar el espacio tanto del lugar donde se pondrá la mesa como de la mesa en sí. Y es que las mesas de oficina pueden ser individuales, pero lo más habitual es que sean compartidas. Así, habrá que buscar el lugar en el que se reciba mayor luz natural, lo que nos ayudará también en el ahorro del gasto energético, y pensar en cuánta gente va a trabajar en ella. Pensar si queremos que la propia mesa tenga separadores entre los trabajadores o sea un espacio diáfano. Si queremos incluirle a la mesa un bloque o varios de cajones o archivadores, etc. Y si queremos las mesas para una sala de reuniones o juntas, es recomendable mesas que también puedan doblarse sobre sí mismas. De modo que, si tenemos que poner más o menos o redistribuirlas de un modo u otro según vaya a realizarse una presentación, una reunión más formal o un congreso, puedan estar colocadas de la debida manera y después, incluso, si fuese necesario, poder guardarse cómodamente.
Todo esto que os hemos contado tiene que estar pensado junto con el resto de la decoración y el diseño antes de ponernos a realizar cambios o el proyecto al completo. Y debe ir a la par de aspectos como la separación de zonas de trabajo y esparcimiento o descanso, la colocación de las luces (de vital importancia, siempre) o, fundamental, la personalidad que se le quiera dar a nuestro lugar de trabajo.
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