Nuestra casa es nuestro santuario, nuestro refugio del mundo y las preocupaciones. Pero, hay momentos en los que nuestra vivienda, se convierte en nuestro trabajo, ya que nos exige atención y generalmente, esa atención se traduce en reparaciones que pueden costar mucho tiempo y dinero.
Pero ¡No te preocupes! En este post, te contaremos todo lo que necesitas saber para que puedas lidiar con total éxito cuando nuestro lavabo tiene una crisis de identidad y quiere convertirse en una pequeña piscina.
Es normal que la grifería del lavabo presente goteras, así que te proponemos ahorrarte mucho dinero teniendo en cuenta estos pequeños consejos de mantenimiento que podrás hacer tu mismo, sin necesidad de llamar un fontanero.
Lo primero que debes saber es que tanto las arandelas de goma, los cierres o quizás, las juntas desgastadas en la válvula, éstas pueden ser tres de las razones que puedan ser la causa del goteo. Por esta razón te mostraremos cómo arreglar una válvula de retención, factor común en la grifería antigua o la grifería de doble mago (este es el modelo que separa el agua fría del agua caliente).
Cómo arreglar un grifo de un lavabo
Paso 1: Recambios disponibles.
Debes asegurarte de tener piezas de recambio para grifos disponibles, un truco llévate las viejas para que puedas adquirir las correctas.
Paso 2: Desmontar el grifo.
Como te imaginarás la parte más difícil del trabajo consiste en extraer las llaves del grifo, esto se debe a que la corrosión generalmente une la manija a la caña. En caso de que la manija no salga, recuerda no forzarla, ahí debes buscar una herramienta especialmente diseñada para eso.
Una vez retirada la manilla, saca el cuerpo y el caño. Esto se debe a que el conjunto del caño regula la cantidad y temperatura del agua que sale por la abertura, por lo que debes buscar una herramienta que se parece a la llave de bujías para quitar grifos.
Paso 3: Levantar la tapa de la manija.
Obviamente, debes cerrar la llave del agua del grifo, posteriormente ábrelo para que salga el resto del agua que continúa aún en el sistema para después levanta la tapa de la manija usando una cuchillo.
Paso 4: Soltar manija
Debes sacar el tornillo de la manija, posteriormente debes moverla un poco y tensionarla. En caso de que no salga, utiliza un secador de pelo para sacarla.
Paso 5: Quitar manija
En este paso debes lograr que la manija salte, para eso debes girar el tornillo un poco para soltarlo dentro del caño. Ya después con el apoyo del tirador de la manija en contra de la cabeza del tornillo y presiona con ambos brazos por debajo de la manilla, gira hacia la derecha y una vez suelta la manija quita el tornillo y saca el armazón del grifo.
Paso 6: Cambiar arandela
Ya solo te quedaría localizar la arandela y reemplazarla en caso de que sea necesario.
Sin embargo, en caso de que te toque reemplazar el grifo completo, tenemos que recomendarte los grifos o llaves mono mando, son perfectos para evitar goteos ya que el grifo se engancha al agua fría y al agua caliente, por lo que cuando cierras el grifo ambos circuitos quedan cerrados. Esto quiere decir que no solo son sencillas para mantener y duran más, sino que además la regulación de la temperatura es mucho más fácil de lograr, ahorrarás agua y no podemos dejar de lado una de las mayores ventajas, la cómoda regulación del caudal del agua
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