Las barreras arquitectónicas son unos elementos que impiden la movilidad de algunas personas y puede darse tanto en interior como en exterior. Son unos obstáculos que no dejan un acceso libre hacia una zona. Son considerados un impedimento social, ya que puede afectar al mundo de las comunicaciones y de las relaciones. Las personas que se ven más afectadas son personas con discapacidades, ancianos, mujeres embarazadas y personas con movilidad física.
La solución a estos “problemas” es crear un entorno sin que haya barreras arquitectónicas, favoreciendo adaptaciones y accesibilidad en el hogar como por ejemplo instalar rampas o sillas salvaescalera. Con esta alternativa se pretende eliminar estas barreras para garantizar una integración general y mejorar la calidad de vida. Las barreras arquitectónicas tienen varios tipos, y son los siguientes:
- Barreras arquitectónicas urbanísticas: estas barreras se encuentran en las calles y afectan a espacios públicos. Pueden ser aceras muy estrechas, escalones muy aislados y elementos que se encuentren en mitad de la acera y dificulten el paso.
- Barreras arquitectónicas en la edificación: se encuentran en el interior de los edificios y pueden afectar al uso público como al uso privado. Son los portales que únicamente tienen escaleras para acceder a su interior, edificios sin ascensor y pasillos estrechos.
- Barreras arquitectónicas en el transporte: podemos encontrar estas barreras en los medios de transporte y puede ser una estación que se encuentre en un sitio donde no se pueda acceder con ascensor o autobuses que no tengan rampas móviles ni espacios para silla de ruedas.
- Barreras en la comunicación: no se consideran barreras arquitectónicas como tal, pero son un tipo de barrera que limitan la comunicación. Un ejemplo es el de los semáforos que no están adaptados para personas con discapacidad auditivas.
Eliminar las barreras arquitectónicas se beneficioso ya que da accesibilidad a la sociedad, favorece la autonomía de las personas, mejora su validad de vida y facilita el acceso y desplazamiento en los espacios tanto privados como públicos.
Soluciones para las barreras arquitectónicas
Las soluciones más conocidas para eliminar estas barreras son:
- Las sillas (o plataformas) salvaescalera son un asiento que se desplaza por un rail que se encuentra anclado a una escalera, son seguras y muy sencillas de usar, además no obstaculiza el paso de otros usuarios. Se suelen utilizar para bajar y subir a una persona de una planta a otra. Hay dos tipos, las rectas son la mejor opción para salvar unas barreras arquitectónicas en los tramos de escaleras rectos. Por su parte, las curvas garantizan la accesibilidad a todo tipo de lugares y pretenden salvar las curvas como en tramos de escaleras que giran de sentido y en cambios de pendiente. El precio de una plataforma salvaescaleras pueden variar de 2000€ a 8000€ dependiendo de la complejidad del tramo a salvar.
- Otra opción es un salvaescaleras vertical, que salvan desniveles de hasta 3 metros, ideales para las barreras arquitectónicas que hay entre dos plantas, portales, edificios, locales comerciales y en viviendas. Son un pequeño habitáculo que soporta hasta 300 kg y puede ser usado por varias personas o a una sola persona en silla de ruedas con un acompañante. Estos elevadores se instalan fuera de la escalera, quedando ésta independiente para un uso aparte, y tienen mucha versatilidad puesto que se pueden instalar tanto interior como exteriormente.
- Los ascensores para personas con discapacidad física están preparados para personas que utilicen silla de ruedas, y pueden ser usados tanto por discapacitados como por el resto de personas. Para instalar un ascensor, se debe tener muy en cuenta las dimensiones para que sea accesible a todo el mundo. Las dimensiones es algo que depende del edificio, pero como mínimo deberá tener 2 metros de altura.
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