Si quieres ocultarte de miradas indiscretas, y darle un toque decorativo a tu entorno con materiales sostenibles, poner vallas naturales en el jardín es de los mejores sistemas de ocultación que existen.
Además de su poder decorativo, el bambú, brezo y mimbre aíslan acústicamente los jardines de parcelas y adosados. Y si te encanta la jardinería, otro punto a favor es que protegen las plantas de las inclemencias del tiempo, hongos e insectos.
Sigue leyendo para descubrir todo lo que debes saber sobre estas fantásticas vallas naturales.
Mejores materiales para las vallas naturales
En colaboración con BricoEasy, vamos a mostrarte tres materiales naturales altamente decorativos, que además de ser ecológicos, son realmente fáciles de instalar para resguardar el jardín.
Bambú
Los cerramientos de bambú son unas de las alternativas más económicas. Asimismo, aportan ese toque natural y desenfadado al jardín. Desde un punto de vista estético, el bambú encaja a la perfección con el ambiente natural y fresco que transmiten las plantas y el césped en espacios abiertos, o al aire libre.
Para atar las cañas entre sí, lo ideal es usar un alambre galvanizado de calibre fino para obtener un resultado uniforme. De esta manera, el nivel de ocultación será mayor al no dejar separación entre las láminas.
Brezo
El brezo es ideal para recubrir vallas, cercados y rejas. Este material es perfecto para ocultar y delimitar diferentes zonas dentro del jardín, además de protegerlo del exterior.
También se puede instalar en piscinas, parques infantiles y campings. Su formato en rollo prensado y trenzado es muy duradero al paso del tiempo. Aproximadamente se mantiene en buenas condiciones unos 15 años.
Mimbre
Este tipo de vallas naturales están confeccionadas a base de varillas de mimbre tejidas con hilo de acero galvanizado. La gran ventaja de este material es su resistencia al sol, el agua y los impactos.
El mimbre ofrece un gran nivel de ocultación, y es de los productos más extendidos hasta la fecha como cerramiento de espacios abiertos.
Ventajas de las vallas naturales
- Están confeccionadas con materiales biodegradables. Quitando el alambre de unión, son los cerramientos más ecológicos que existen actualmente.
- Las industrias que distribuyen estas vallas naturales contaminan mínimamente y respetan el medio ambiente.
- Son perfectas en la ocultación de espacios abiertos (jardines, balcones, etc.) y para delimitar diferentes zonas en una misma área.
- Poseen un gran poder decorativo. Con estos recursos naturales obtendrás un jardín de lo más acogedor y pintoresco.
- Por otro lado, también son ideales para patios, terrazas o cubrir alguna estructura a modo de parasol (pérgolas, cenadores y carpas).
- Hacen la función de «cortavientos». Los días de ventiscas invernales, es notable la diferencia entre tener una valla que cubra parte del viento o no. Pero lo mejor de estos materiales naturales, es que en verano dejan pasar la suave brisa al no ser totalmente opacos.
Truco para mantener las vallas naturales por más tiempo
El mantenimiento es realmente sencillo: en principio no requieren ningún tratamiento específico. Pero si quieres que luzcan como el primer día más tiempo, un truco es aplicar una capa de aceite que puedes realizar tú mismo.
Para fabricar este aceite, simplemente mezcla aguarrás (75%) con linaza (25%) en un bote viejo que no uses. Deja que repose un par de horas y luego aplica la mezcla con una brocha o difusor una vez al año. Así alargarás la vida de estas vallas, y de camino, espantarás a los bichos.
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