Pese a que una buhardilla suele tener los techos bajos y a veces la luz es escasa, la ausencia de tabiques propia de las buhardillas, aporta sensación de amplitud y contrarresta la angostura producida por la inclinación del tejado. Es un lugar perfecto para poner en práctica nuestras habilidades sociales. Depende de los gustos y necesidades de cada uno, en la buhardilla podemos hacer un pequeño espacio chill out para estar con amigos, tomar algo después de cenar o ver un película…
Para crear estas zonas de relax, nuestro particular oasis, podemos jugar con los elementos textiles. Estos juegan un papel esencial en este tipo de espacios, así que podemos mezclar tonos intensos con otros más neutros para conseguir un contraste armónico. Además, ¿por qué no instalar una chimenea eléctrica? De este modo disfrutarás de tu buhardilla al calor de la llama de una chimenea, pero sin el humo y los malos olores de los modelos convencionales.
Si no queremos una zona de relax y buscamos algo más social, podemos instalar una zona de bar, con unos taburetes y una pequeña barra para almacenar y mostrar las bebidas. Seremos, sin duda, la envidia de todas nuestras visitas.
Además, pueden tornarse imprescindibles para decorar nuestras zonas de juego, según los gustos de cada uno, una máquina arcade, una mesa de billar o ping pong, o si os gusta jugar al póker, por ejemplo, pues una mesa de casino. También puede ser buena idea la instalación de una televisión, para ver, con los amigos, los eventos deportivos en un lugar especialmente pensado y decorado para ello.
Hay que recordar que estos espacios están ideados como el rincón personal de cada uno, donde más le va a gustar pasar las horas. Por ello es importante que esté relacionado con los gustos de cada uno. ¿Tal vez un gimnasio?
Un consejo, aunque te encanten las lámparas colgantes, evita usarlas en la buhardilla ya que, en techos muy bajos, la mejor opción son los focos, o lámparas empotradas. Darán amplitud y profundidad a la sala.
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