Para sobrevivir el mueble emigra

Tradicionalmente, Alemania era calidad e Italia diseño, ¿ y España? La flexibilidad parece una de las claves que están calando en la sociedad. La capacidad para ofrecer un mismo acabado o un mismo color, pero en distintas opciones en lo que al material se refiere, desde los más costosos a los más asequibles, es algo que las firmas españolas han aprendido a hacer, sobre todo, en los últimos años en los que el presupuesto del consumidor ha disminuido tanto.

Latinoamérica es una de las opciones preferidas por las empresas españolas que se lanzan a la aventura de exportar. Hablar un mismo idioma es, en este sentido, una gran ventaja para ellas. Pero los mercados emergentes no son la única opción para la exportación. En 2013, las compañías de nuestro país también se atrevieron a exportar hacia el resto de Europa. Un terreno muy difícil dada la lucha entre germanos e italianos, que copan el mercado e imposibilitan la entrada de nuevos actores.

CocinaEl sector del mueble de cocina español parece tenerlo claro: nuestro mercado se ha quedado pequeño para unas empresas acostumbradas a unos niveles pre-crisis que no volverán. Para sobrevivir, y, por supuesto, para crecer, la única opción es la emigración hacia tierras más fértiles. El mercado español no levanta cabeza. Es un hecho constatable y muy grave para un sector que, hasta hace pocos años, no se había planteado en serio la posibilidad de enfocar sus esfuerzos hacia la exportación.

De hecho, por ahora nada ha podido parar la caída del mercado interior aparente, que ha pasado de representar 823 millones de euros en 2010 a los 511 millones del 2013. Un descenso del 38% en tres años no deja lugar a optimismos desmedidos.


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