Las fugas de agua es una de las mayores pesadillas de cualquier persona en su hogar. Esas fugas de agua son capaces de hacer que nuestra casa sea inhabitable. Para repararlo normalmente se hacen catas donde se supone que existe la fuga. Pero este sistema no es exacto y normalmente se rompe más de lo necesario a la hora de localizar las fugas de agua.
La tecnología evoluciona también para este tipo de problemas para nuestros hogares.
Si la fuga de agua se localiza en una vivienda se usa un sistema de excavación mínima no invasiva para la posterior reparación de la tubería. De este modo se minimiza el tiempo de la reparación y los daños causados a la vivienda. Para la localización de fugas de agua, se puede usar una cámara de inspección con el fin de grabar vídeos e imágenes del estado de las tuberías.
Además, se debe tener en cuenta que cuando aparece este tipo de fugas, el dueño de la vivienda puede reclamar a la compañía de seguros indemnizar los daños estéticos si no dispone de material de reposición.
Si la fuga de agua sitúa en una piscina además de importantes pérdidas económicas para la comunidad o propietario por el constante reabastecimiento de agua en la piscina, cuando se decide reparar la fuga los gastos se disparan. Además, por lo general se tiene que interrumpir el servicio de la piscina.
Para este tipo de fugas se pueden usar técnicas de fuga sonda, gas trazador, cámara termográfica o geófono con el fin hacer la excavación sólo donde sea necesario para la posterior reparación de la fuga.
Como podemos ver la tecnología se alía con nuestras viviendas para detectar fugas de agua con el fin de hacer el hogar un lugar más cómodo, sano y seguro para sus ocupantes.
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