Si eres un manitas en casa o en el trabajo, sabrás que en las obras es uno de los lugares donde más heridas te puedes hacer. Hoy vamos a aconsejaros una serie de elementos para evitar las pequeñas y molestas heridas, como cortes, moratones o rasguños. Vamos a hablar un poco sobre todos los elementos de protección, pero, sobre todo, vamos a centrarnos en las rodilleras de protección.
Zapatos o botas de seguridad
Además de evitar resbalones con agua, aceite, grasa u otros líquidos evitarás pisar algo afilado y clavártelo en el pie. Es uno de los accidentes más comunes en las reformas. Normalmente las botas de seguridad cuentan con punteras reforzadas que evitarán aplastamientos en los dedos de los pies en caso de que se te caiga algo pesado en un pie
Guantes
Proteger las manos en el lugar de trabajo es muy importante y hay guantes de trabajo disponibles para adaptarse a cualquier aplicación. Con estos elementos evitaremos ciertos accidentes con electricidad y cortes con algunos materiales, como quemaduras de soldadura o cortes con cuchillas. También nos ayudarán a tener un mejor agarre y sujeción.
Cascos
Los cascos, denominados a veces cascos de seguridad, son un elemento del equipo de protección individual (PPE). Los cascos protegen la cabeza contra la caída de objetos y contra impactos de otros objetos. Para obras y reformas, el casco es un elemento primordial.
Gafas de protección
Las gafas de seguridad son gafas que se utilizan para proteger los ojos, y son un artículo de EPI (equipo de protección individual). Por lo general, están fabricadas de policarbonato.
Existen de varios tipo según cual sea el riesgo que queremos evitar.
Riesgo mecánico. para protegerse de la proyección de desechos y virutas.
Riesgo eléctrico: para protegerse del contacto con corriente y de los arcos eléctricos de cortocircuito.
Riesgo térmico: para protegerse los ojos del calor radiante, calor intenso y pulverizaciones de solidos y líquidos calientes.
Riesgo de radiación: para protegerse los ojos de rayos ultravioleta, rayos infrarrojos y soldadura.
Riesgo químico: para protegerse de productos químicos, líquidos peligrosos, aerosoles, gases.
Rodilleras
Es un elemento muy importante, ya que, si una reforma es de suelo, como por ejemplo instalar tarima flotante o cambio de rodapiés, utilizar las rodilleras te será de gran ayuda, ya que el peso caerá directamente sobre estos elementos y tus rodillas no quedarán resentidas.
Sabemos que permanecer en una misma posición durante un tiempo prolongado provoca que, cualquier postura, acabe siendo incómoda. Ese es el principal objetivo de las rodilleras, hacer que estar en una posición para trabajar no se convierta en un riesgo para la salud. Además, evitarán que te claves algo en las rodillas o que tengas dolor.
De igual manera que ocurre con las coderas, son categorizadas como equipos de protección individual de categoría II, y deben cumplir unos requisitos de la posición EN 14404. Por esta normativa, hay cuatro tipos de rodilleras:
Tipo 1: rodilleras independientes del resto de prendas y son sujetadas en las piernas por unas cintas de sujeción.
Tipo 2: son unos rellenos que se introducen en las perneras de los pantalones o unidas a la propia prenda.
Tipo 3: son dispositivos que no van unidos al cuerpo y se adaptan al lugar de trabajo según los cambios a los que se enfrenten.
Tipo 4: este grupo está formado por unos protectores que forman parte del dispositivo de ayuda. Por ejemplo, hay un tipo de dispositivo que sirve al trabajador de ayuda para arrodillarse o levantarse.
También son clasificadas según la norma EN 14404 en función del nivel de prestación:
Nivel 0: aptas únicamente para superficies planas y no protegen contra penetración de objetos.
Nivel 1: válidas para superficies planas e irregulares, protegiendo hasta los 100 Newton.
Nivel 2: son aptas para trabajar en casi cualquier superficie y con condiciones severas. Protegen hasta los 2.500 Newton.
De este modo, ya sabes qué tipo de rodilleras elegir, solo debes tener en cuenta tu lugar de trabajo, el entorno y las tareas que se desempeñan, esto último es muy importante, ya que de ello depende que estés en el suelo arrodillado más o menos tiempo.
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