A todos nos encantaría tener una cocina gigante con espacio para todo, pero ya sabemos que los pisos de nueva construcción cada vez son de tamaño más reducido. Las cocinas pequeñas tienen su encanto y son más acogedoras, pero puede suponer un gran reto organizarla de forma eficiente y que no esté sobrecargada.
Una cocina ordenada no es solo una cuestión de estética, también tiene que ser práctica para mantener el orden, pues es el espacio de la casa donde hay más objetos y accesorios. A diferencia del salón o el dormitorio, la cocina es un espacio de trabajo en el cual pasamos muchas horas a la semana cocinando para nosotros y nuestros seres queridos; y como en todo lugar de trabajo, es de vital importancia la organización.
¿Qué hacemos para ordenar la cocina?
Si hay muchos trastos de por medio, las tareas diarias pueden ser tediosas; más si tienes que estar jugando constantemente con la distribución moviendo objetos de un lado para otro.
Existen trucos y elementos que nos pueden ayudar a reducir el tiempo de estas tareas. Sigue leyendo para averiguar cómo puedes transformar tu cocina en un espacio cómodo y práctico donde te sientas a gusto.
Mantén la encimera despejada
No es necesario tener la encimera abarrotada de cacharros que solo usas en momentos puntuales. Si tienes esta zona desocupada, ganarás más espacio a la hora de cocinar y tardarás menos en limpiar. Deja solo sobre la encimera la cafetera, ya que la usas todos los días; y el escurreplatos, para no tener las ollas y demás utensilios de cocina desperdigados después de fregar mientras se secan. Los accesorios de cocina pueden ser de diseño como los Sink Side de Brabantia que encajarán perfectamente en cualquier ambiente, además están en colores Light Grey, Dark Grey y Mint.
Cada cosa en su lugar
Acondiciona un cajón o estante para guardar las especias, y no las acumules delante de la vitrocerámica. Dará un aspecto más cuidado a la cocina, y además ahorrarás tiempo si las tienes bien clasificadas.
Deja a un lado el “cajón de sastre” y pon compartimentos para organizar los cubiertos. Designa el tamaño de hueco adecuado para cada tipo de cubierto y no mezcles las piezas cuando las guardes. Todo junto pero no revuelto.
Coloca las ollas y sartenes una dentro de la otra de mayor a menor tamaño, para aprovechar mejor el espacio del armario; y haz lo mismo con las tapas. Si es posible, deja todo en el mismo estante con el fin de no calentarte la cabeza buscando con qué tapa va cada cacerola.
Clasifica la cristalería por filas y tipos. Guárdala en una vitrina o un armario para que no le caiga polvo, y coloca las copas de vino y vasos más alargados detrás para dejar sitio delante a las copas de cava o los vasos de chupito, que son más pequeños.
Si te falta espacio dentro de los armarios, los carritos de cocina son muy útiles, bien para tener a mano la vajilla que se usa a diario, o bien para almacenar la fruta y verdura que no necesiten frío. Es una opción muy práctica si la encimera es pequeña y no quieres ocuparla con un frutero.
Aprovecha cada rincón
Coloca ganchos de metal o madera y cuelga todo lo que estorbe o no entre en los cajones. Te ayudará a mantener despejadas las superficies y tendrás los utensilios al alcance de la mano cuando cocines o en cualquier momento.
Los estantes pueden decorar una pared y ayudar a tener cerca los botes que usamos todos los días, como el de los cereales o las galletas. También puedes colocar un cesto con los utensilios de cocina que uses de forma habitual.
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