Sin distingo del estilo decorativo, el sofá es el elemento clave del salón y de su correcto mantenimiento depende en gran medida el aspecto general del espacio. Además de no sentarse sobre el mismo lado para evitar el deterioro de la espuma, la pieza demanda cuidados para prolongar su buen aspecto inicial.
Utilizar productos especiales de acuerdo al material, es fundamental así como mantenerlo libre de polvo y atacar de forma inmediata las manchas de grasa. Cuando los consejos llegan tarde, la solución más económica es el uso de una funda, encuentra en Fundas Moderna variedad de modelos a buen precio; y aunque tú sofá aún esté en perfectas condiciones, si quieres protegerlo o darle un nuevo aspecto, las fundas también siguen siendo una de las mejores opciones.
Limpieza en función del material
La primera pauta de cuidado de cualquier sofá es su limpieza; los sofás de piel son los más sencillos de limpiar, bastando con el uso de un paño humedecido en un poco de detergente neutro diluido en agua; sin embargo, es esencial secar muy bien al final usando un paño blanco y suave.
A diferencia del anterior, los sofás de tela son un tanto más complejos debido a su vulnerabilidad a las manchas. El champú para telas es el indicado para tapizados claros, mientras que la bencina para los oscuros, pero si la mancha es de grasa el uso de talco evita su absorción.
Los sofás de fundas lavables resultan más simples de limpiar; tras retirar el elemento y llevarlo a la lavadora, lo que resta es aspirar la base del sofá, prestando especial atención a las esquinas y recovecos, sin olvidar darle vuelta a fin de aspirar por debajo.
Mantener llenos los cojines y respaldos
Un sofá en óptimas condiciones es aquel en el que sus cojines y respaldos mantienen su volumen original. De no ser el caso, la solución está en el uso de relleno pudiendo escoger desde la clásica espuma de poliuretano hasta las plumas o rellenos sintéticos de látex.
En la actualidad, son las fibras soft las más recomendadas debido no solo a su durabilidad y cómo consiguen mantener la forma de la estructura por mayor tiempo, sino debido a que no generan ningún tipo de alergia.
Deshacerse de las manchas
No hay nada que reste mayor estética a un sofá que la presencia de manchas de café, vino y grasas, tres enemigos infalibles que tienden a estar al acecho. En piezas de tela, las manchas de vino tinto desaparecen dando ligeros golpes con un paño impregnado en vino blanco y usando jabón neutro al final.
Una espuma de detergente líquido hará desaparecer las manchas de café, solo debes cargarla y ejerciendo presión unos 5 minutos antes de retirar usando un trapo embebido en amoniaco diluido en agua al 10, secando al final con aire caliente.
En el particular de los sofás en piel, un paño humedecido de agua es lo que hace falta para deshacerse de las manchas de vino o café, fritando un poco siguiendo movimientos circulares desde el exterior hacia el interior. Se debe secar de inmediato pero nunca usando calor o luz directa.
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