La lluvia, las humedades, las filtraciones subterráneas y la intemperie pueden provocar daños considerables en las edificaciones y afectar a la estructura interna. Lo que a simple vista parece una “mancha”, puede terminar convirtiéndose en algo más grave que requiera la realización de trabajos integrales de reparación para combatir el problema.
Para prevenir este tipo de situaciones, la correcta preparación y tratamiento de la fachada, el tejado y el suelo son de vital importancia para evitar que el buen estado del edificio se vea perjudicado, y en esta labor es donde entra en juego el papel de los hidrofugantes.
Los hidrofugantes serán tus mejores aliados en la impermeabilización
Si aún no sabes qué son, te lo explicamos en seguida. Los hidrofugantes son productos que penetran con profundidad en el sustrato, y se hidrolizan con la humedad para la posterior concentración, condensación y reticulación con el sustrato, dando lugar a grupos de hidrorrepelentes. Estos son los encargados de impedir el paso de agua por capilaridad y evitar la formación de manchas de humedad.
Existen varios métodos de impermeabilización, pero el resultado del hidrofugante es equivalente al de una impermeabilización de inicio de construcción, sin embargo, el coste es inferior y más asequible.
Hidrofugantes para tejados
El tejado es la parte más expuesta de la vivienda frente la lluvia y las humedades. Por ello, esta parte de la casa requiere una mayor atención. Los hidrofugantes para tejados ayudan a prevenir el deterioro que sufre esta zona ante las inclemencias climatológicas.
El hidrofugante protege el tejado de la lluvia, granizo, nieve, viento, frío… pero además, también lo hace del sol, los rayos UV, el moho, y las esporas que generan las plantas en primavera.
Hidrofugantes para suelos
Los hidrofugantes para suelos son verdaderamente versátiles. La ventaja principal de este tipo de impermeabilización es que repele el crecimiento de moho, algas y líquenes, pero además, es antimanchas y autolimpiante. Esto último quiere decir que las partículas de suciedad y polvo no se adhieren con facilidad a la superficie, y lo poco que sí lo hace se elimina con la lluvia.
Esta cualidad favorece el mantenimiento y aumenta la durabilidad del efecto hidrofugante. Con el paso del tiempo suelen aparecer todo tipo de manchas; y la lluvia, la contaminación y las variaciones climatológicas dañan los suelos a largo plazo, así que cuídalo con este material para que dure muchísimo tiempo.
Hidrofugantes para fachadas
La fachada es otra área externa de la casa que está expuesta. Los hidrofugantes para fachadas evitan las filtraciones de agua en la superficie. Y lo mejor de este material es que permite la transpirabilidad de la vivienda, mejorando así el confort.
Las estructuras no transpirables conducen a la condensación y, en consecuencia, a la acumulación de humedad en la capa de aislamiento. Esto aumenta el crecimiento microbiano (moho, ácaros…), que es muy perjudicial para la salud y puede acarrear consecuencias sumamente negativas.
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