¿Te duele la espalda tras la jornada laboral? La altura del escritorio debe ser la adecuada para mantener una postura ergonómica en todo momento. De esta manera, podrás desempañar tu trabajo sin sobrecargar la musculatura. Cuando no adoptamos una posición cómoda, forzamos la zona dorsal, lumbar y cervical, con lo cual, terminamos con molestias físicas que pueden desembocar en problemas mayores en el futuro.
Normalmente, la altura estándar de los escritorios de oficina oscila entre los 70 y 75cm, pero lo ideal es poder elegir la altura perfecta para cada uno.
Personaliza cada detalle de tu espacio de trabajo
Además de la altura del escritorio, es muy importante que dispongas de una silla regulable que se ajuste a tu altura. Si es posible, lo apropiado es un modelo de silla ergonómica, en el que se adapte el respaldo, los brazos, etc.
Como norma general, todas las sillas regulables pueden ajustarse en un rango de 38 a 48cm. Las fabrican siguiendo este estándar para que todas las personas puedan ajustarlas fácilmente a su mesa de trabajo, y así mantener una postura saludable, evitando lesiones de espalda y rodillas (son las más habituales al adquirir posiciones incorrectas).
Cómo sentarse de forma correcta. ¿Influye la altura del escritorio?
Lo mejor es lograr una postura natural cuando estamos sentados, para no forzar ni sobrecargar ninguna zona del cuerpo. A continuación, te dejamos unas pautas para que puedas conseguirlo:
- Mantén la espalda recta con ayuda del respaldo de la silla. Intenta que la columna permanezca en su curvatura natural para no forzarla.
- No te encorves ni adoptes posturas raras.
- Apoya la planta de los pies sobre el suelo (no te pongas de puntillas o apoyes solo los talones). Si fuese necesario, utiliza un reposapiés.
- Nunca cruces las piernas. Este tipo de posturas sobrecargan la cadera y los hombros.
- Coloca los codos en un ángulo recto sobre la superficie del escritorio, y paralelos al teclado del ordenador.
- El monitor debe estar colocado de manera correcta para mantener una postura recta frontal: la vista frente a la pantalla a la altura de los ojos.
En definitiva, la combinación del escritorio con la silla, y los elementos de la zona de trabajo, deben tener la altura adecuada para no sobrecargar la musculatura ni forzar las articulaciones de ninguna parte del cuerpo.
La elección de la altura del escritorio será relativa a la capacidad de ajuste del asiento. Lo ideal es sentarse con los muslos dispuestos de forma horizontal, para no dificultar la circulación sanguínea. Además, recuerda apoyar los antebrazos cómodamente sin tener que levantar los hombros o desplazar lateralmente los brazos.
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